En los océanos del mundo el atún es cada vez más escaso. En el golfo de México, por ejemplo, desde 1975 hay un 90% menos y en el Mediterráneo ha bajado a la mitad. En esta marcha, los expertos aseguran que la especie pronto se ocultará.
En la reunión celebrada hace dos años en la ciudad japonesa de Kioto, los suecos propusieron prohibir la pesca del atún rojo, algo que no se decidió. Estados Unidos, Canadá y Japón son los principales países que están aprovechando la pesca del atún. Digamos que en Tokio el kilo de atún se paga 770 dólares y Estados Unidos recibe 30 millones de dólares vendiendo cada año a Japón.
Por efecto de la economía, este año la pesca de atún se reducirá tan sólo en un 15% y el año que viene en un 50%, aunque los expertos recomiendan que este año se acerque a la mitad para proteger la especie.
La situación de otras especies es también muy grave. En Canadá, por ejemplo, la captura excesiva de bacalao ha obligado temporalmente a prohibir la pesca en toda la costa este. En el Pacífico, por su parte, el pescado llamado halibut sólo se puede capturar dos días al año.
Sin embargo, últimamente se han mejorado mucho los métodos y técnicas de pesca. Por ello, en 1975 se pesca durante dos días como 125 días de pesca. En consecuencia, hay menos peces y más pescadores en paro, mientras los materiales y la técnica avanzan.
La solución puede ser establecer una cuota máxima de captura por campaña para cada pescador, pesquero y empresa. De esta forma se evitaría la competencia actual y se evitaría la sobreexplotación del mar.