Recientemente se ha resuelto uno de los grandes misterios que rodean al águila solar que habita en el suroeste de España.
La gestión de esta especie ha tenido siempre una gran dificultad, ya que al año de su nacimiento los águilas solares desaparecían y volvían a chitear años después. Se dieron cuenta de que en ese período había altas tasas de mortalidad, pero no se podía hacer nada grande sin saber a dónde iban y cómo murían.
El científico Javier Oria ha necesitado la ayuda de los satélites para resolver el misterio. Durante dos años ha realizado el seguimiento de ocho águilas con la ayuda del satélite. Tras abandonar el nido, los jóvenes águilas han demostrado que pueden recorrer cientos de kilómetros al sur y permanecen allí hasta llegar a la madurez sexual. Después volverán a su lugar de nacimiento para buscar y reproducir pareja.
En un caso, el satélite detectó al joven águila en las tierras de Senegal.
En cuanto a la mortalidad, ha quedado claro que los postes eléctricos son el principal responsable y que el 60% de los águilas jóvenes mueren electrocutados.
En algunas regiones se han llevado a cabo proyectos de cambio de postes y movilidad, con una importante disminución de la mortalidad.