El oxígeno aumentó en la atmósfera terrestre hace unos 2.320 millones de años, según estimaciones recientes de algunos geólogos. Estos cálculos se han realizado a partir de los datos geológicos recogidos en Sudáfrica. De hecho, las concentraciones de oxígeno atmosférico se reflejan a lo largo del tiempo en los átomos de azufre de las piritas allí recogidas. Por lo tanto, analizando las piritas han determinado cuándo aumentó el oxígeno en la atmósfera. Este dato puede considerarse como la primera huella respiratoria de los seres vivos.