Los geólogos de la UPV han reconstruido las condiciones oceánicas que dieron lugar a la formación del flysch negro de Armintza, basándose en la microfauna presente en el sedimento, concretamente entre el periodo Albiense y el Cenomiense (hace 113-94 millones de años).
De hecho, la microfauna sedimentaria (foraminíferos bentónicos y planctónicos y ostracodos) son testigos significativos de su época y lugar. Así, analizando la composición y distribución de estas especies, los investigadores han completado y detallado lo que ya conocían sobre la formación del flysch negro en Armintza.
Entre otras cosas, han calculado que en aquella época la profundidad del mar era de unos 600 metros. Se afirma que los sedimentos del flysch negro son ricos en materia orgánica y que la mayoría de los organismos (más del 90%) son foraminíferos planctónicos. Esto significa, según han explicado, que en la época en que se acumularon estos sedimentos hubo una masa de agua oxigenada en la superficie sobre una masa de agua lenta muy baja en oxígeno. En la siguiente fase, sin embargo, se detecta la proliferación de organismos bentónicos y aparecen foraminíferos planctónicos de aguas más profundas. Así, concluyen que el agua dejó de estar inmóvil, aunque siguió presentando una cierta escasez de oxígeno en el fondo.
De hecho, el color oscuro que separa el flysch de Armintza se relaciona con la falta de oxígeno. El estudio ha sido publicado en la revista Continental Shelf Research.