Un grupo de investigadores suecos descubre que una de las tres paredes de la araña común europea (Drassodes cupreus) la utiliza para fines no visuales pero orientativos. Este par de ojos está situado en el cefalotórax de la araña, en la parte superior de la cabeza. Son de color azul, no tienen lentes y no pueden formar ninguna imagen.
En su lugar, disponen de filtros que pueden detectar la polarización de la luz. Los ejes de estos dos ojos son perpendiculares y se iluminan alternativamente. La araña parece encontrar su camino comparando la diferencia de luminosidad de los ojos. Es posible que haya más arañas con esta capacidad. Su descubrimiento podría determinar las funciones de los ojos secundarios de las arañas.