La base de las características de esta sustancia se encuentra en la disposición de sus moléculas. El hilo está formado por el encadenamiento de las moléculas de una sola proteína grande. En algunas regiones del hilo, en las zonas cristalinas, las moléculas están ordenadas, mientras que en otras (áreas amorfas) se encuentran desordenadas. Las partes cristalinas le dan solidez y las amorfas elasticidad.
El biólogo inglés Nick Ashley ha conseguido por un lado determinar la estructura química de la molécula. Por otro lado, ha conseguido conocer qué gen de la araña gobierna la producción de la seda y, por último, su introducción en una bacteria. Esta bacteria fabrica bolitas de seda. Las bolitas se sumergen en una solución para que adquieran forma de hilo.
Por sus características, la seda así obtenida podría ser utilizada para reforzar estructuras de composites.