Jugando con la velocidad de la luz
Nada viaja más rápido que la luz. En el vacío es así, ¿y en otros medios? La velocidad de la luz en el vacío, es decir, en un entorno inmaterial, es de 300.000 km por segundo. En el agua, sin embargo, su velocidad es de 225.000 km por segundo y su diamante es de 125.000 km por segundo. Cuanto más compacto sea el medio a atravesar, más lento será el movimiento de la luz. Un grupo de físicos daneses consiguió observar la luz que se movía hace un año a 61 km/h.
Utilizando la teoría de condensación de Bose-Einstein, la luz pasó por un entorno muy próximo al cero absoluto (-273,16ºC). A temperaturas tan bajas los átomos se encuentran prácticamente inmóviles y se desarrollan propiedades muy especiales, ya que la luz atraviesa muy lentamente este medio. Los daneses acaban de batir el récord de hace un año, ya que han conseguido que la velocidad de la luz sea de 1,5 kilómetros por hora, 600 millones de veces menor que la que tiene en el vacío y 3,3 veces menor que la del hombre andando. Según los investigadores, el fenómeno descrito puede tener en el futuro importantes aplicaciones en el campo de las telecomunicaciones.
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