Varios ópticos de la Universidad de Bath han creado un nuevo tipo de fibra óptica que mejorará notablemente la transmisión de la luz. La luz se mueve a través de la médula de silicio dopada en las fibras ópticas normales, por lo que existen limitaciones para el transporte de la luz: por ejemplo, el diámetro de la fibra debe ser muy pequeño, de lo contrario la luz comienza a moverse transversalmente, se refleja en las paredes y las señales luminosas llegan desfasadas al final. Por otra parte, el silicio dopado no sirve para transportar señales luminosas de diferente longitud de onda.
En las nuevas fibras ópticas la luz se mueve en finos orificios situados en la médula, evitando así el dopaje del silicio. De esta forma se incrementa la capacidad de transmisión de la fibra y se pueden transportar señales de diferente longitud de onda, por lo que cada longitud puede ser utilizada para transmitir un tipo de información. Además, estas fibras sirven para transportar señales luminosas más potentes, por lo que a lo largo de su recorrido se necesitarán menos amplificadores para que la señal llegue a su destino.