Cuerdas de luz

La tecnología del láser continúa y cada vez tiene más aplicaciones. Las "cuerdas láser" fueron descubiertas en 1995 y pueden ser utilizadas para detectar vientos fuertes en los aeropuertos, encontrar fábricas que emiten sustancias químicas o biológicas tóxicas, crear rayos, etc. La clave está en la creación de pulsos de luz extremadamente cortos (alrededor del billón de segundo).

Si el pulso es demasiado largo, no se forman cuerdas en la atmósfera, sino una descarga eléctrica instantánea. Debe ser también de baja energía. Con estas condiciones el láser crea un canal de aire cargado eléctricamente, mediante la iluminación a través de este canal a través de la atmósfera.

Si estas luces láser llegaran a una altura de 75 kilómetros en la atmósfera, se producirían efectos y brillos sobre los iones de sodio locales, creando estrellas artificiales que ayudarían a la navegación.

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