Han demostrado reducir el riesgo de contraer el SIDA en un 43,8%
New England Journal of Medicine ha publicado un estudio sobre la eficacia de los antirretrovirales en la prevención del sida. El nombre del estudio es iPREX y, en concreto, el III. Los resultados son los resultados de una sesión de la fase 1. En esta sesión participaron 2.499 personas procedentes de seis países (Brasil, Ecuador, Perú, Tailandia, República de Sudáfrica y Estados Unidos), todos ellos hombres con sexo masculino -uno de los grupos con mayor riesgo de contraer el sida.
La investigación se llevó a cabo entre julio de 2007 y diciembre de 2009. Durante este tiempo, la mitad de los voluntarios tomó diariamente dos medicamentos antirretrovirales de uso común en el tratamiento: la entricinabina y la tenofovirra. La otra mitad tomó el placebo. Informaron a todos sobre las formas de infección y medidas de protección, repartiendo preservativos.
Al final de la prueba, los investigadores encontraron una diferencia notable entre los dos grupos: entre los que tomaban medicamentos había 36 infectados y el otro grupo, 64. Es decir, tomar medicamentos reduce el riesgo de infección en un 43,8%.
Aunque el resultado es satisfactorio, algunos expertos han tomado la noticia con prudencia. Algunos de ellos, por ejemplo, están preocupados por los efectos secundarios: aunque a los que han participado en el experimento no se han detectado efectos secundarios graves, no se puede saber qué pasaría si la prevención mediante antirretrovirales se prolonga durante años. Otros se preocupan por el dinero, que es muy caro como prevención. Por último, hay quien piensa que la noticia puede llevar a la gente a relajarse y a actuar indiferente.
Al margen de este tipo de dudas e inquietudes, la investigación tiene otra consecuencia. De hecho, otros grupos también estaban probando antirretrovirales como los heterosexuales a título preventivo. Ahora que se ha demostrado que los medicamentos son eficaces, no es ético dar el placebo a algunos, por lo que habrá que cambiar el diseño de los experimentos.
En cualquier caso, los resultados de la investigación son buenos y, tras fracasar tantas veces en la lucha contra el sida, no se puede negar que es un paso en la búsqueda de nuevas medidas preventivas.