Entre 1981 y 2022, el glaciar de Aneto ha perdido el 64,7% de su superficie. Así lo ha confirmado un estudio liderado por el Instituto Pirenaico de Ecología IPE-CSIC. El estudio, publicado en la revista The Cryosphere, ha pasado de 135,7 ha (1,36 km2) a 48,1 ha (0,48 km2). El frente del glaciar ha pasado de 2.828 m a 3.026 m y ha perdido una media de 3,5 m de espesor.
La pérdida de los glaciares es notable en los Pirineos: Había más de 100 glaciares en 1850, 39 en 1984, 21 en 2020 y 18 en 2022. En 1850 ocupaban una superficie de 2.060 ha (20,6 km2), 810 ha (8,1 km2) en 1984, 232 ha (2,3 km2) en 2020 y 170 ha (1,7 km2) en 2022. Es decir, se ha perdido el 92% de la zona glaciar desde el final de la Pequeña Edad de Hielo.
En el presente iEstudio se ha realizado el estudio más detallado y largo del glaciar de Aneto (41 años). Para ello, han reconstruido las superficies del glaciar entre 1981 y 2022 y han medido el espesor del glaciar a partir de imágenes aereas de alta resolución de diferentes épocas, mediciones con georradar, etc.
Los resultados han puesto de manifiesto que el estado del glaciar es crítico. De hecho, han anunciado que se dividirá rápidamente en tres cuerpos de hielo más pequeños y no hay evidencia de áreas de acumulación. La temporada 2021-2022, por ejemplo, fue un año muy cálido y seco, con lo que el glaciar se degradó por completo, lo que pone en grave peligro la supervivencia del glaciar de Aneto.
“Las tasas de adelgazamiento del glaciar, que rondaban los 1 m al año, se han triplicado en el último año de estudio (2021-2022). Está claro, pues, que un año bastante seco y, sobre todo, muy caliente (como el que vivió en 2022) afectó al deshielo de la nieve y el hielo en el glaciar de Aneto”, concluye el profesor de la UPV, Eñaut Izagirre Estibaritz.