En una de cada 1.000 intervenciones realizadas con anestesia general, el paciente tiene cierta conciencia. Parece que está durmiendo, no se puede mover, no puede decir nada, pero puede sentir lo que está pasando. En muchos casos esta experiencia provoca un sufrimiento intenso, físico y sobre todo psicológico.
Para combatirlo han desarrollado un monitor llamado BIS que ya ha sido probado en varias localidades. Según los científicos, este sistema podría reducir en un 80% el número de pacientes que no se duermen del todo o se despiertan. El funcionamiento del aparato es similar al electroencefalograma y mide la actividad cerebral mediante un electrodo para saber si el paciente está realmente dormido.
Aún necesitan mejorar el monitor, pero los científicos que lo han probado afirman que se debería utilizar en todas las operaciones con mayor riesgo de despertar al paciente. De hecho, en unas intervenciones se utilizan anestesia más ligera que en otras.