En los aeropuertos se utilizan equipos de rayos X para la exploración de maletas y bultos. El problema es que los aparatos de rayos X presentes en los aeropuertos no sean capaces de detectar explosivos plásticos. Estos explosivos son muy estables antes de la explosión y apenas tienen fugas de gas.
Los explosivos plásticos se componen principalmente de dos compuestos (ciclotrimetil trinitramina y tetranitratos de pentaeritrita). El Semex, supuestamente utilizado en la explosión de Escocia, contiene el 44,5% de los dos y el resto es plastificante.
Los sistemas de seguridad existentes actualmente en los aeropuertos están pensados para hacer frente a los secuestros ocurridos en la pasada década. Se utilizan dos tipos de herramientas: Aparatos de rayos X y detectores de metales. En algunas zonas, como en Seúl, también hay equipos de detección de explosivos.
Los aparatos de rayos X proporcionan la sombra de los objetos que se encuentran dentro de la maleta y la técnica tiene limitaciones. El aparato emite rayos X a través de la maleta. Al otro lado de la maleta una batería de diodos detecta los rayos X. Depende de la cantidad, espesor, densidad y naturaleza química de los rayos X que absorbe un material. Por ello, el metal compacto de una pistola absorbe gran cantidad de rayos X y en la pantalla del detector se ve la sombra definida. El plástico absorbe muy poco rayos X y no da sombra definida.
La Agencia de Aeropuertos del Gran Bretaña está probando una nueva herramienta de rayos X en el aeropuerto londinense de Gatwick. Este aparato utiliza rayos X de alta y baja energía y puede servir para detectar explosivos plásticos.
No obstante, se proponen tecnologías alternativas. Una se basa en la distinta capacidad de todas las sustancias. En la década de 1970 se utilizó para la detección de paquetes de bombas y parece que, tras pequeños cambios, también se puede utilizar en los aeropuertos.
También se ha propuesto como alternativa el estudio de maletas con rayos infrarrojos o la detección de aromas a explosivos. La detección de aromas no es fácil, ya que los explosivos plásticos son muy pocos. Es muy útil para nitroglicerina o dinamita.
Un detector de este tipo se ha utilizado en Seúl en los Juegos Olímpicos y los fabricantes del aparato afirman que un billón es capaz de detectar una molécula de explosivo en moléculas. El sistema se basa en la presencia de vapores nitrosos en los explosivos, que pueden identificarse en función de la carga eléctrica que generan.