África desea dificultar la vacunación de COVID -19 - farmacia - industria
Recientemente, investigadores de Sudáfrica anunciaron que habían conseguido duplicar la vacuna de la Moderna contra el COVID 19. Lo han hecho con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que tiene como objetivo el acceso a la tecnología y al conocimiento y la transferencia a los países empobrecidos para la producción local de vacunas. El objetivo final es lograr la soberanía tecnológica y del conocimiento y poder dar vacunas a toda la población sin depender de los productos y precios de los laboratorios extranjeros.
Aunque la revista especializada British Medical Journal (BMJ) ha denunciado que la compañía farmacéutica Biontech (productora de vacunas de ADN) está tratando de frenar este proyecto. De hecho, una fundación pagada por Biotech, la fundación Kenup, ha afirmado que las intenciones de la OMS vulneran la ley de patentes. Al mismo tiempo, Biotech ha anunciado que tiene un plan para África que consiste en el envío de contenedores por mar con la tecnología necesaria para la elaboración del mRNA de la vacuna del COVID 19, que será elaborado por personal de Biotech. La formulación completa se completará en los laboratorios africanos.
Según BMJ, los sudafricanos no han recibido bien las palabras de la fundación Kenup. Por un lado, afirman que no incumplen la ley de patentes y que la reconstrucción de la vacuna de la Moderna es legal. La moderna, además, dijo que no iba a reforzar su patente durante la pandemia y la OMS está negociando con la Moderna. Y por otro lado, les parece paternalista y contrario a sus objetivos el envío de estos contenedores.
Este proyecto, patrocinado por la OMS, cuenta con dos laboratorios de Sudáfrica: Afrigen y Biovac. De hecho, el primer paso de los investigadores sudafricanos era conseguir la vacuna completa de la Moderna (el mRNA y el resto de la formulación inyectable). Ahora quieren probar diferentes formulaciones para conseguir vacunas más baratas y menos frías, y tienen previsto realizar las primeras sesiones clínicas en noviembre. Según ellos, tienen una capacidad de producción de 500 millones de dosis al año, lo que puede ser mucho mayor, ya que otros laboratorios del continente cuentan con la tecnología y los conocimientos necesarios para ello.
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