Gracias a la TC o tomografía computarizada, muy conocida en medicina, se ha conseguido estudiar con detalle el cuerpo de la mujer que falleció en Tebas hace 3.000 años. No es la primera vez que se analiza un cuerpo de la misma época, pero por primera vez no se ha dañado el valor artístico del sarcófago. La utilización de la tomografía hace que la obra de arte exterior del sarcófago no deba tocarse ni tocarse y se reforme en una pantalla el cuerpo oculto por la cubierta.
Los investigadores del Hospital de Toronto han digitalizado en el escáner las imágenes de rayos X obtenidas mediante tomógrafo e integrarlas en el programa informático tridimensional. De esta manera, el cuerpo de la mujer sarcófana puede ser “visto” y “analizado” sin manipular el exterior de gran valor artístico. El uso de la radiación puede ser desproporcionado, ya que al morir no se le pueden producir otros daños. Esto ha permitido obtener imágenes de gran precisión, lo que ha permitido diferenciar tramos de diferente densidad.
Con el uso del tomógrafo, entre otras cosas, se obtendrá mucha información sobre las técnicas médicas utilizadas en el antiguo Egipto. Hasta ahora se ha aclarado que la mujer estudiada en el estudio murió afectada por una infección de las órdenes.