A partir de 1860 contamos con un registro continuo de las temperaturas en tierra y en el océano. Este registro recoge, entre otros, los períodos de calentamiento y enfriamiento de la Tierra. Los científicos han encontrado explicación a la mayoría de ellos, pero hay un hecho que hasta ahora no ha tenido ninguna explicación: El registro indica que en 1945, año en el que terminó la Segunda Guerra Mundial, la temperatura del mar disminuyó en 0,3 ºC. En tierra, sin embargo, no se detectaron cambios ni se ha encontrado ningún fenómeno climático ni geológico que pudiera explicar este enfriamiento.
Un grupo de Estados Unidos y Gran Bretaña han descubierto de una vez por todas la explicación de que los datos obtenidos se deben a la diferente metodología de medición.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la inmensa mayoría de las mediciones de la temperatura en el mar fueron realizadas por barcos estadounidenses. Al término de la guerra, sin embargo, los barcos ingleses retomaron las mediciones. Los tripulantes estadounidenses tomaban el agua para enfriar el motor del barco desde el mar, mientras que los ingleses los arrojaban al mar en el agua captada por los caldos. Así, es muy probable que el agua captada de una u otra forma presente esta diferencia de temperaturas.