Los ratones consiguen alargar su vida mediante terapia génica

Etxebeste Aduriz, Egoitz

Elhuyar Zientzia

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Los telómeros se encuentran en los extremos de los cromosomas. Las particiones de celos se acortan a medida que se producen, lo que provoca el envejecimiento celular. La enzima telomerasa impide que esto o

Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) de Madrid han conseguido alargar la vida de los ratones mediante terapia génica. La introducción del gen de la enzima telomerasa en los ratones adultos de un año y los viejos de dos años aumentó la vida de los ratones un 24% y un 13%, respectivamente, y mejoró la salud de los ratones al retrasarse la aparición de enfermedades relacionadas con el envejecimiento. Los resultados han sido publicados en la revista EMBO Molecular Medicine.

La telomerasa crea, repara y protege estructuras llamadas telomeros situadas en los extremos de los cromosomas. Y los telómeros a su vez protegen los cromosomas de la degradación. Sin embargo, en cada división celular, los telómeros se acortan hasta que, tras varias divisiones, se acortan demasiado para cumplir bien su función. Como consecuencia, comienzan a acumularse daños en el ADN y el envejecimiento y la muerte de las células. Telomeras lo impide, pero el gen de la telomerasia no permanece activo tras el nacimiento.

Así, se han realizado ensayos para desarrollar terapias de rejuvenecimiento fomentando la expresión de la telomerosis. Sin embargo, se han encontrado con un gran inconveniente: el riesgo de producir tumores. De hecho, la actividad de la telomerosis tiene mucho que ver con la inmortalidad de las células cancerosas. En este caso los ratones no han tenido cáncer. Los investigadores atribuyen este hecho a la aplicación de la terapia en ratones adultos y, por tanto, a la falta de tiempo para acumular defectos en las divisiones de células. De hecho, en las sesiones que se han llevado a cabo hasta el momento, los genes han sido transformados en una fase embrionaria.

A pesar de que a corto plazo no se prevé su uso en humanos para hacer frente a la vejez, los investigadores han señalado que puede ser una vía para tratar enfermedades relacionadas con telómeros excesivamente cortos. Por otra parte, “la vejez hoy en día no se considera una enfermedad, pero los investigadores tendemos a entenderla como una causa de varias enfermedades —afirma María A. Liderados por el equipo investigador Blasco. Si tratáramos la vejez de las células, preveniríamos esas enfermedades”.
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