Tiempo y otros pintores

Roa Zubia, Guillermo

Elhuyar Zientzia

Tiempo y otros pintores
01/07/2009 | Roa Zubia, Guillermo | Elhuyar Zientzia Komunikazioa
(Foto: Guillermo Roa)

Si quieres ver la influencia del tiempo, espera. Si quieres ver el papel en amarillo, por ejemplo, deja el papel a la vista y estate. El tiempo lo pintará. Sin embargo, quienes quieren investigar el proceso no lo hacen. No esperan.

La investigación debe responder a varias preguntas y, afortunadamente, no es necesario esperar para poder responder a muchas de ellas. La primera pregunta es por qué. Por qué se degrada el papel. Preguntado de otra manera, qué provoca el envejecimiento del papel.

Afortunadamente, el ser humano tiene una gran experiencia con el papel. El papel tiene gran importancia para el ser humano, es un material predilecto. Para que los acuerdos interpersonales tengan valor deben estar escritos en papel. Lo ocurrido en la historia debe ser confirmado por un papel para que los historiadores lo acepten. De cara al futuro, para saber si los proyectos son viables, los analizamos sobre papel. No es extraño tener experiencia con el papel. Es más, hay una cultura de cuidar el papel.

Por ejemplo, para proteger el papel no le dejamos mojar. Y sabemos qué hacer para que el papel tenga el menor amargo posible. Lo guardamos en un lugar oscuro y seco. Sin embargo, sabemos que en un juego de hojas la sobra se amarilla más que las que tiene debajo. La diferencia es grande. Por lo tanto, no es una mala idea poner otra página que no tenga importancia sobre el lote.

Esto es lo que da respuesta a la primera pregunta de los investigadores: el contacto con el aire amarilla el papel. Además, el papel está afectado por la humedad y la luz ultravioleta. En el papel, el amarillo y el envejecimiento son sinónimos. Y para estar en forma, el papel debería cuidar estas dos cosas; además de estar en lugares secos, debería huir del contacto con el aire y de la luz (sobre todo del Sol).

El agua y el aire producen oxidación en los componentes del papel y la luz pone en marcha reacciones fotoquímicas. En la década de 1970, gracias a la investigación de la degradación de los polímeros, se descubrió que los papeles también generan radicales libres (como en nuestro cuerpo). Pero el principal problema del envejecimiento del papel es la formación de moléculas que le dan color, conocidos cromóforos.

Aportación de los árboles

Se cree que la siguiente pregunta que deben responder los químicos sería cómo se generan los cromóforas. Pero hay otra pregunta anterior: qué cromoforos son.

No hay un único cromo. Sin embargo, han identificado una fuente principal de cromofos: la lignina. Muchas veces se dice que el papel está hecho de celulosa, ya que lo hacen con madera de árboles y que el principal componente de la madera es la celulosa. Pero hay otros que forman parte de la composición del papel, entre ellos la lignina.

La molécula es muy larga y compleja, un polímero natural. Puede romperse desde muchos lugares y puede afectar a muchas reacciones químicas, tanto a la lignina como a sus partes. Las posibilidades de crear cromóforos son muy variadas. Por ello, los químicos no buscan determinados cromóforos en la degradación de la lignina, sino familias de cromo. Se habla de lignoles, estilbenos y otras familias. Son muchas las moléculas, y para luchar contra el amarillo del papel, en definitiva, hay que evitar la creación de familias enteras.

En la práctica, los papeleros incorporan al papel productos absorbentes de luz, fotoestabilizadores. Actúan como guardaespaldas de Lignina: los rayos en lugar de llegar a la lignina llegan a ellos. Sin embargo, para una correcta selección de estos productos es necesario conocer los cromóforas habituales.

Otra pregunta. ¿Con el papel ya amarillento, qué? Los restauradores necesitan una respuesta. Los documentos históricos antiguos están amarillos y por ello son difíciles de leer. O se están degradando. El objetivo de los restauradores es blanquear el papel sin accionar la tinta. Para ello hay que deshacer los cromóforas del papel sin destruir la zona.

La tradición del papel chino ha dado soluciones para ello. Parece una paradoja, pero los chinos han utilizado agua caliente para blanquear el papel. ¡Agua, ese enemigo del papel! Noticias El método ha sido estudiado por químicos y no es malo, pero no es muy bueno y la mayoría de los restauradores lo han rechazado. Otro método sorprendente utiliza la luz, otro enemigo del papel. En medio alcalino se trata con luz visible --no ultravioleta -, pero tampoco es muy efectiva.

La química moderna tiene mejores soluciones. Seleccionando los productos según el tipo de papel destruyen los cromóforos. El agua oxigenada era un candidato y los productos clorados han sido habituales. En la actualidad, los más habituales son los productos de 'desacidificación' de papel, junto con los que dan dureza al papel.

Una última pregunta, ¿cómo cambiarán estos productos con el tiempo? Una vez más, estamos en el principio. El restaurador no puede esperar a verla. Simulación del proceso de envejecimiento. Puede poner el papel a 100ºC durante 3 días. Es una oportunidad. Pero la degradación del papel no se produce a esta temperatura, sino a temperatura ambiente. Por lo tanto, hay muchos papeles viejos que analizar. Los expertos desconocen cómo eran estos papeles en la juventud, pero pueden comparar lo observado con lo observado en el envejecimiento acelerado e intentar comprender el envejecimiento.

Eso sí, mientras respondas a las preguntas no queda tiempo. Sigue pintando papel.

Puente Roa, Guillermo
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