Un estudio de la Universidad de Washington revela que la mayor fijación oceánica de nitrógeno tiene lugar en el océano Pacífico y no en el Atlántico. Esta noticia ha anulado el supuesto de varios años.
En la última década se había reconocido que la mayor parte del nitrógeno se asentaba en el océano Atlántico, que es el que recibe la mayor parte del hierro de la tierra. El hierro es uno de los componentes de la nitrogasa, una enzima que hace que los seres vivos puedan fijar nitrógeno. En base a ello, consideraban que el hierro de los océanos era el principal factor limitante de la fijación del nitrógeno.
Mediante el refinado del nitrógeno, los microorganismos capaces de hacerlo convierten el nitrógeno en útil para los seres vivos, ya que la mayor parte del nitrógeno está en forma inutilizada por los seres vivos. También hay seres vivos que realizan un proceso anti-fijación, es decir, que hacen inutilizable el nitrógeno fijado, en el proceso denominado desnitrificación.
En el océano Pacífico la desnitrificación es muy alta y la recogida de hierro de la tierra es muy baja. Dado que la mayor parte del nitrógeno se fija en el océano Pacífico, la conclusión es que la desnitrificación es la causa del crecimiento de los microorganismos fijadores de nitrógeno, y no del hierro acuático. De hecho, la desnitrificación produce una escasez de nitrógeno y, en estas condiciones, los fijadores de nitrógeno son más competitivos que los microorganismos incapaces de fijar nitrógeno.