En 25 años se han reducido del 25% al 2% los casos de transmisión del VIH de madre a hijo en Gipuzkoa

Carton Virto, Eider

Elhuyar Zientzia

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Miren Alicia Apilanez Urkiola, autora del estudio y adjunta médico en el Departamento de Neonatología del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario Donostia. UPV/EHU

Entre 1984 y 2011 se han reducido 10 veces las infecciones pediátricas por VIH en Gipuzkoa, concretamente del 23,9% al 2,4%. La investigadora de la UPV-EHU Miren Apilanez ha analizado los datos de la transmisión vertical entre la madre infectada por el VIH y el bebé, es decir, los contagios que se producen durante el embarazo, parto o lactancia.

El estudio ha considerado a 239 niños nacidos en Gipuzkoa entre 1984 y 2010: las madres de todos estaban infectadas por el VIH, mientras que el arte de los niños se infectaron con el virus 30 y 209 no.

El intervalo de tiempo analizado por Apilanez abarca prácticamente la totalidad de la historia médica del VIH, lo que se refleja muy bien en la evolución de los datos infecciosos.

Las altas tasas de infección se produjeron entre 1984 y 1994, según Apilanez, “un periodo de escasez de recursos y sin terapias efectivas”. Sin embargo, ese año se produjo un gran cambio: Se publicaron los resultados del protocolo ACTG076 por el que se demostró que la administración de antirretrovirales TR durante el embarazo y el parto limitaba la transmisión vertical, reduciéndose las contaminaciones del 23,9% al 8%. El tratamiento durante el embarazo mejora el estado inmunobirológico de la madre y llega al parto con una carga viral casi inapreciable. En consecuencia, el riesgo de contagio es muy bajo, ya que el parto es el momento más grave “porque el niño está en contacto con la sangre y las secreciones vaginales”, explica Apilanez.

La siguiente medida de reducción efectiva llegó en 1997, con la puesta en marcha en Gipuzkoa de un protocolo para la prueba del VIH a mujeres embarazadas y la introducción de una terapia antiretroviral combinada. Desde entonces, la extensión de las pautas de despistaje y el tratamiento de la infección por VIH durante el embarazo ha permitido alcanzar un 100% de cobertura terapéutica, por lo que en las mujeres embarazadas se detecta precozmente la enfermedad. Finalmente, la transmisión vertical del VIH de la madre al niño se ha reducido al 2,4%. Sin embargo, Apilaniz ha subrayado que todavía no han podido evitar la transmisión de la infección de la madre al niño y que “para que sean efectivas es necesario que se cumplan todas las medidas”.

Preocupación por las variantes recombinadas

Junto a esta buena evolución, un artículo publicado recientemente por investigadores de la Universidad Lund de Suecia muestra que hay muchos motivos para seguir preocupándose por el VIH. La revista Journal of Infectious Diseases anuncia una variante del virus muy maligna. Surge por la recombinación de las dos variantes más usuales de Guinea-Bissau y, de entre todas las que se conocen hasta ahora, tiene el plazo más corto desde la infección hasta el desarrollo de la enfermedad: Sólo 5 años.

Hoy sólo en África Occidental se ha detectado una nueva variante del virus, pero los investigadores han expresado su preocupación porque, como consecuencia de los fenómenos migratorios globales, cada vez son más las variantes recombinadas. Suelen ser más malignos que los originales, por lo que hay que prestar atención, según los investigadores, al fenómeno de la expansión y la confusión que está ocurriendo con las personas.