¿Y tú, a cambio de tener “cuerpo perfecto” los pesticidas?

Aitziber Velado Eguskiza

Cell Signaling Lab taldeko ikertzailea eta "Lo Que No Subrayas" plataformako kosortzailea

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Ed. Ketut Subiyanto, Pexels

El 4 de mayo de 2015 se publicó una comunicación en la web de INTERPOL. En dicho comunicado se decía que una mujer inglesa murió y un hombre francés sufrió graves lesiones tras tomar un “medicamento” ilegal comprado en Internet: 2,4-dinitrofenol, pesticida industrial (1).

No fue la primera comunicación de este tipo que publicaba INTERPOL, ya que se trataba de una acción enmarcada en el proyecto PANGEA, creado en 2008. El proyecto pretendía obstaculizar la venta a través de Internet de medicamentos ilegales y falsos, y en las últimas décadas el compuesto nocivo DNP se ha ido extendiendo a la comunidad del culturismo (2,3).

La historia

En la década de 1920, el DNP utilizaba diversos usos industriales como la producción de explosivos, el tinte de correas y el uso como pesticida (4). Entonces se dieron cuenta de que los trabajadores que trabajaban con esta sustancia sufrían una evidente pérdida de ejemplares. Ante esta situación, Maurice Tainter, de la Universidad de Standford, propuso utilizar el DNP para quemar grasa.

Sin embargo, la pérdida lateral del DNP no se produjo únicamente. En la década de 1930, cuando estuvo a la venta en forma de píldora, observaron otros efectos como náuseas, sudoración excesiva, fiebre, malestar, mareo, dolor de cabeza, arritmia y, en algunos casos, muerte(5). Además, se comprobó que el aumento del consumo a lo largo del tiempo perjudicaba la piel, el corazón y el sistema nervioso central, aumentando el riesgo de cataratas.

A la vista de todo ello, y una vez que el gobierno federal asumió la capacidad de controlar la venta de medicamentos, se reconoció —gracias al acta de comida y drogas de 1938— que el 2,4-dinitrofenol no era adecuado para el consumo humano(6). A pesar de que desde entonces el DNP se quedó un poco olvidado, la aparición de Internet resucitó su consumo. De hecho, en algunos foros de culturismo se describía como método para aumentar la masa sonora y en los foros nutricionales recomendaba perder peso (1,3,7).

En este caso, el riesgo de contraer el DNP se incrementó notablemente, al tratarse de píldoras ilegales, debido a la inexistencia de medidas o regulaciones de seguridad en su producción. El proyecto PANGEA, al que se ha hecho referencia al principio, ha hecho que varias personas hayan sido encarceladas en todo el mundo por vender DNP, pero lo que en muchas ocasiones hacen los criminales es comprarlo en forma de polvo y luego meterlo en pastillas para venderlo (8,9).

Además, aunque la mayoría de las intoxicaciones se deben al consumo directo de píldoras de DNP, parece que algunos “complementos nutricionales ilegales” se adulteran con esta sustancia, por lo que cualquier persona que busque ayuda para perder peso puede comprar pesticidas industriales sin saberlo (10). Está claro que el proyecto PANGEA de la INTERPOL es absolutamente necesario, y que comprar píldoras desconocidas en Internet es una mala idea, pero ¿realmente el DNP aumenta la masa ¿Se puede utilizar para perder peso? ¿Cómo afecta el dinitrofenol 2.4 a nuestro cuerpo?

DNP con lupa: metabolismo energético

El DNP actúa sobre el metabolismo energético como desacoplador de la cadena de transporte de electrones. Y es que, aunque la energía se extraiga de la comida, las células no pueden utilizarla directamente, y a través del metabolismo crean “paquetes de energía” que pueden usar: Moléculas de ATP. ¿Cómo lo hacen? Protones (H+).

Las moléculas cargadas tipo protones no pueden atravesar las membranas celulares sin ayuda, y esto es precisamente lo que hace la cadena de transporte de electrones en el interior de un orgánulos llamado mitocondria. Pero, ¿por qué?

Es sabido que la energía no puede ni generarse ni destruirse, pero puede transformarse, y es lo que ocurre en el interior del cuerpo para llegar a las moléculas de ATP a partir de la comida que consumimos. Esta energía “almacenada” en la comida se utiliza para transportar protones de un lado a otro de la membrana a través de las reacciones de la cadena de transporte de electrones. Así, la concentración de protones en cada lado de la membrana será diferente, y como la naturaleza siempre busca el equilibrio y los protones no pueden atravesarla sin ayuda, se genera tensión.

Para favorecer esta tensión, en la membrana interna de las mitocondrias se encuentra una sintasa ATP que deja pasar protones. Esta corriente energética de moléculas cargadas que se genera en su seno se transforma de nuevo y en las moléculas de ATP se genera energía útil para el cuerpo. Este es el metabolismo energético, resumido y simple, en el que a través de la cadena de transporte de electrones se produce un desequilibrio de protones y el sintasa ATP, a medida que restablece dicho equilibrio, produce moléculas de ATP. Ambos elementos, la cadena de transporte de electrones y la sintasa ATP, se acoplan para producir la energía necesaria para la célula.

El DNP entorpece este proceso porque es un protonóforo que puede transportar protones de un lado a otro de la membrana Así, la tensión producida por el desequilibrio de los protones se calma y el sintasa ATP no puede cumplir su función. Sin la función del sintasa ATP no hay ATP, por lo que, aunque tengamos toda la comida mundial, las células notarán que mueren de hambre. Esto provocará una “aceleración” del metabolismo, pero aunque se quemen las reservas de grasa corporal, las células seguirán “apeteciendo” (11). Por lo tanto, sí se puede decir que el DNP ayuda a eliminar la grasa corporal. En cuanto a la masa de bazar, el DNP no aumenta los músculos, pero al eliminar la grasa los músculos adquieren una mayor proporción, tal y como señalan los culturistas en sus foros (3).

Influencia del DNP en el metabolismo energético. Ed. Aitziber Velado

Entonces, ¿cuál es el daño?

Claro, no todo es tan bonito. Como la energía nunca desaparece y lo acumulado en los mitocondrias no se convierte en ATP, se disipa en forma de calor y produce fiebre (11). Como el cuerpo quiere regular la temperatura, se produce un exceso de sudoración y al no disponer de la energía necesaria para el funcionamiento de las células aparecen otros daños laterales.

El proceso descrito es absolutamente imprescindible para la supervivencia, por lo que si se vulnera puede producirse la muerte. Existen algunas moléculas conocidas que dañan el metabolismo energético, cuyo ejemplo más famoso es el cianuro (12). ¿Se ve el problema? En el caso del cianuro, la cadena de transporte de electrones se bloquea completamente y la muerte puede ser relativamente rápida. En el caso del DNP, la cadena de transporte de los electrones funciona correctamente, pero con ella se deshace el gradiente de protones por la existencia de un medio de transporte diferente al ATP sintasa. Claro, aunque sean venenosas, las dosis no siempre son letales, pero la píldora tomada diariamente provoca que se acumule el DNP dentro de la célula y hasta ahora no se han desarrollado antídotos.

Todos hemos tomado la medicación y sabemos que antes de empezar con ellos tenemos que leer la lista de efectos laterales que viene en caja. Siempre hay efectos laterales. ¿Por qué es diferente en el caso del DNP?

El 2,4-dinitrofenol, por sus características moleculares, ha sido utilizado históricamente para la fabricación de explosivos(4). Tal vez leyendo el nombre nos venga a la mente otro famoso explosivo del grupo nitro, la nitroglicerina. Aunque se trata de una explosiva peligrosa, en la actualidad se admite el uso de nitroglicerina para el tratamiento de lesiones coronarias graves (13–16). Por lo tanto, si de verdad se puede utilizar para perder grasa, ¿por qué no aceptarla e informarle de los efectos negativos?

En el proceso de desarrollo y aprobación de medicamentos hay que tener en cuenta una serie de consideraciones. En el caso de la nitroglicerina, por ejemplo, se utiliza en patologías cardiacas potencialmente letales, por lo que se considera que el riesgo generado merece la pena. Lo mismo se puede argumentar, por ejemplo, en el caso de las pastillas anticonceptivas. Tienen una enorme lista de efectos colaterales, pero en comparación con los efectos sobre la salud que puede producir el embarazo, se dice que las ventajas son mayores que los inconvenientes.

Por el contrario, el aumento o adelgazamiento de la proporción de masa de culturistas no son motivo suficiente para aceptar una medicación peligrosa, ya que existen formas más seguras de conseguirlo. Es cierto que en algunos casos de obesidad la dieta y el deporte son insuficientes, pero existen otras terapias menos peligrosas. Naturalmente, varios equipos de investigación de todo el mundo tienen en marcha proyectos de DNP, cuya idea es desarrollar en el futuro una versión sana del mismo. De momento no lo han conseguido.

El principal problema no es el químico

Debemos ser responsables y no podemos comprar cualquier medicamento que encontremos en Internet, pero se puede argumentar que esta reflexión que genera el DNP es mayor.

Podemos utilizar como modelo una escena del primer capítulo de Fleabag: El protagonista y su hermana están presentes en una conferencia feminista a la que hace la siguiente pregunta:

“Please raise your hands if you would trade 5 years of your life for the so-called perfect body” (Por favor, levanten la mano las personas que podrían darles 5 años de su vida por el cuerpo perfecto).

Como respuesta, ambas mujeres levantan la mano y todas las que les rodean la miran con desprecio. Bajan las manos avergonzadas.

“We are bad feminists” (Feministas malas), dice la protagonista.

Para que alguien se acerque al modelo hegemónico del “cuerpo perfecto”, puede parecer ridículo que se haga daño a sí mismo, como ocurre en la escena. Podemos pensar que las personas que toman el DNP son irresponsables. Pero la verdad es que mirar a las víctimas de este peligroso químico con destainas no ayuda a nadie.

Es importante hablar del DNP y salir del mercado, pero también es bueno reflexionar sobre los mensajes que transmite la sociedad. Las alteraciones conductuales son cada vez más frecuentes y los problemas corporales suministran economías que mueven billones de euros. Aunque la ingesta de pesticidas industriales es un ejemplo tan extremo, no es tan raro poner en peligro la propia salud para conseguir un aspecto socialmente aceptable.

Por lo tanto, por favor, no tome esta historia como una curiosidad más, y si alguien asume riesgos que no merecen pena, antes de reírse, intente comprender su perspectiva.

BIBLIOGRAFÍA:

  1. INTERPOL issues global alert for potentially lethal illicit diet drug [Internet]. [cited 2022 Feb 8]. Available from: https://www.interpol.int/en/News - Events/News/2015/INTERPOL-issues-globaliz-alert-for-potentially-lethal-illicit-diet-drug
  2. Smolka K, Gronwald K. Operation PANGEA – weltweit im Kampf gegen les grenzüberschreitende Arzneimittelcriminalität [Internet]. Vol. 60, Bundesgesundheitsblatt - Gesundheitsforschung - Gesundheitsschutz. Springer Verlag; 2017 [cited 2022 Feb 8]. p 1233–9. Available from: https://europepmc.org/article/med/28929174
  3. Petróczi A, Ocampo JAV, Shah I, Jenkinson C, New R, James RA, et al. Russian roulette with unlicensed fat-burner drug 2,4-dinitrophenol (DNP): Evidence from a multidisciplinary study of the internet, bodybuilding supplements and DNP users. Abus Treat Prev Policy [Internet]. 2015 Oct 14 [cited 2022 Feb 2];10(1):1–21. Available from: https://substanceabusepolicy.biomedcentral.com/articles/10.1186/s13011-015-0034-1
  4. Parascandola J. Dinitrophenol and bioenergetics: An historical perspective. Mol Cell Biochem [Internet]. 1974 Nov [cited 2022 Feb 9];5(1–2):69–77. Available from: https://link.springer.com/article/10.1007/BF01874175
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  9. Texas Woman Sentenced to 6 Months in Federal Prison for Selling Deadly Weight Loss Drug to Consumers | FDA [Internet]. [cited 2022 Feb 1]. Available from: https://www.fda.gov/inspect? -compliance -enforcement-and-criminal- investigations/-releases/texas-woman-sentenced-6-months-hums-cap-prison -selling - deadly-we?-loss-drug-consumers
  10. Sousa D, Carmo H, Roque Bravo R, Carvalho F, Bastos M de L, Guedes de Pinho P, et al. Diet aid or aid to die: an update on 2,4-dinitrophenol (2,4-DNP) use as a we{loss product. Arch Toxicol [Internet]. 2020;94(4):1071–83. Available from: https://doi.org/10.1007/s00204-020-02675-9
  11. Rognstad R, Katz J. The effect of 2,4-dinitrophenol on adipose-tissue metabolism. Biochem J [Internet]. 1969 Feb 1 [cited 2022 Feb 9];111(4):431–44. Available from: /biochemj/article/111/4/431/16544/The-effect-of-2-4-dinitrophenol-on-adipose-tissue
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