Repuestos de pan: ¿son todos iguales?

Como ya mencionábamos en el artículo anterior sobre el pan, los ingredientes del pan tradicional son principalmente harina de trigo (blanco o integral), agua, sal, levadura y algunos aditivos autorizados.

También hablamos de panes especiales como zanahoria, nueces, soja, etc. Ahora hablaremos del pan de molde y el tostado, si se compara con el pan tradicional porque tienen diferencias importantes:

- Pan de molde: además de los ingredientes habituales, contiene azúcar, grasa saturada (animal y vegetal) y extracto de malta, por lo que contiene más grasas e hidratos de carbono simples que el pan común. Como es sabido, los cambios en nuestros hábitos han dado lugar a que cada vez interioricemos más y más estos dos componentes, que son desproporcionadamente perjudiciales para nuestra salud. Por lo tanto, la apuesta por este pan sólo tiene dos ventajas: ser blando, apto para los que tienen problemas de dentición y tener una conservación más larga que el pan tradicional.

- Pan tostado: dando forma de molde a la masa del pan tradicional, cortándolo y tostándolo, obtendremos pan tostado. A algunos les gusta más y se conserva durante mucho tiempo. En el mismo peso, el tostado tiene más calorías y la cantidad de ingredientes es mayor debido a la pérdida de agua en el proceso de tueste junto con algunas vitaminas.

- Biscotes: se obtienen al tostar la masa del pan de molde en calorías y en cantidad de ingredientes, similares a los del pan de molde, pero en mayor concentración.

En nuestra actividad diaria, hemos encontrado dos razones principales para consumir este tipo de pan: por un lado, a algunos les gusta más que el pan tradicional, y por otro, la mayoría de ellos los incluiríamos en este grupo, que consumen con miedo a engordar. Hay quien dice que la medida es más fácil para el pan tostado que para el pan tradicional, por ejemplo "como 4 tostadas al día" y la utilizan para mantener firme esta medida. Pero hay otros que los utilizan en la opinión de que "engordan menos". Que quede claro que eso es una mentira redonda, porque la realidad es la otra; a veces engordan más. Además, contienen componentes no saludables. Por eso tenemos que tener en cuenta que el pan tradicional para nuestras comidas diarias es el más recomendado y si compramos alternativas, es conveniente fijarnos en la etiqueta para conocer lo que estamos introduciendo.

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