Ría de Mundaka: paseo ecológico

Con el nombre de ría de Gernika-Mundaka se conoce la desembocadura del río Oka que discurre desde el pueblo de Gernika hasta el mar. Desde el punto de vista ecológico, el ámbito de la ría de Mundaka es mucho más amplio, ya que abarca todo el valle de Gernika y los montes y bosques colindantes que se encuentran dentro de la cuenca hidrográfica. Desde este punto de vista, podemos dividir su geografía en tres grandes áreas: la costa con su marisma, la zona rural y el bosque que rodea el caserío.
Acantilado de Ogoño.

La principal característica de la costa es su belleza. Las escarpadas playas y acantilados, desde Matxitxako hasta Ogoño, atraen a miles de turistas. La isla de Izaro, situada en el centro del estuario, y las pendientes verticales de Ogoño son uno de los pocos paraísos ornitológicos existentes en el País Vasco. De hecho, en Ogoño se localizan importantes poblaciones de aves acuáticas (Gaviota Argéntea, Gaviota Sombría y Cormorán Moñudo), así como algunos depredadores rupícolas (Halcón peregrino y Halcón Rojo).

Entrando en la ría, a partir de la barra de Mundaka, podemos encontrar playas y zonas de limos y arcillas, llamadas en sentido ecológico marismas. Estas marismas aparecen representadas por carrizales en sus zonas más altas, en las zonas húmedas creadas por los meandros del río Oka a su paso por Foru y Kortezubi.

Encinar de Atxarrea.

La flora y fauna de estos aspectos húmedos es de gran importancia, tal y como han demostrado numerosos estudios científicos. La importancia de esta marisma de Gernika para las aves migratorias e invernantes está plenamente reconocida internacionalmente, por lo que diversas instituciones europeas han mostrado su interés en proteger este espacio. Las distintas aves observadas en la ría son más de 200 de las cuales más de 100 están relacionadas con este tipo de humedales. Por otro lado, la supervivencia de algunas aves acuáticas en peligro de extinción, como la de la Espátula, requiere la protección de zonas como las marismas de Gernika.

La zona rural que rodea el caserío, denominada landeta, es el verdadero alma del paisaje costero del País Vasco y de gran importancia ecológica. Su característica más importante es el paisaje artificial, originado por la acción humana. La estructura de este paisaje es compleja, ya que está formada por pastizales, cultivos, caseríos, frondosas y arbolado de pino. En consecuencia, la riqueza botánica y faunística es de primer orden. Además de ser el mejor hábitat para la observación de los diferentes animales, diferentes investigaciones científicas indican que es muy importante para la supervivencia de muchas pequeñas aves procedentes de Europa del Norte, sobre todo en épocas como los duros inviernos de 1985 y 1987.

Agricultura convencional.

Las zonas altas del valle aparecen cubiertas por bosques. La mayoría de los bosques aparecen, al menos, muy empobrecidos naturalísticamente, sobre todo por cortas excesivas realizadas por el hombre. Y es que, en tiempos de nuestros antepasados, los bosques mixtos de robledales y frondosas, que ocupaban la mayor parte del valle, hoy en día prácticamente han desaparecido. La conservación de los diferentes bosques, plantas y animales depende en gran medida de la protección de los bosquetes de los últimos ostozábales citados. El encinar cantábrico todavía está bastante extendido. Aparece en los montes calizos de Ereñozar, Atxerre, Foru y Busturia y tiene una importancia botánica geológica innegable. En su interior todavía se encuentran Basakatua, Katajineta y Lepazuria. Por su importancia histórica, son conocidas las cuevas de Atxeta (Foru), Ereñuko Arizti (Ereño) y Santimamiñe (Kortezubi).

Marisma.

La conservación de esta extensa área ha sido ampliamente mencionada en los últimos tiempos en los medios de comunicación. Esta preocupación ha sido consecuencia de los diferentes estudios científicos que se han realizado.

Entre estos trabajos, el más importante fue el realizado por la Sociedad de Ciencias Aranzadi, que sirvió de base a la UNESCO para la inclusión de esta región en el Programa de Humanidades y Biosfera (MAB). Este programa se ocupa de la conservación de los espacios naturales y de sus recursos genéticos. Para ello se impulsa la creación de una red internacional de espacios protegidos denominada Reserva de la Biosfera. Los objetivos de estas zonas protegidas son:

    Conservar la diversidad e integridad de las comunidades animales y vegetales, protegiendo así la diversidad genética. Ofrecer vías adecuadas para llevar a cabo investigaciones medioambientales y ecológicas.
  • Servicios educativos.
Carrizal en Busturia.

La aceptación de un espacio como Reserva de la UNESCO puede tener motivos diferentes. La mayoría de las reservas son ejemplos representativos de zonas naturales poco alteradas (bosques tropicales, ecosistemas de alta montaña...). Urdaibai, por su parte, fue declarada Reserva por ser una zona muy adecuada como lugar equilibrado de un paiasaje generado por la actividad humana.

Dentro del programa MAB se incluyen nueve reservas nacionales que deben permitir la investigación y la educación y los estudios ecológicos. Para ello, los respectivos gobiernos deben apoyar estas reservas, los pasos dados por la UNESCO, sirve para subrayar la importancia de la reserva de Urdaibai para la sociedad y al mismo tiempo ofrece una ayuda moral para su conservación.

Armeria Maritima.

Lamentablemente, sigue sin legislarse la protección de la ría de Munda, aunque sea imprescindible. Por tanto, lo que habría que hacer a la mayor brevedad posible es la elaboración de una ley específica para la zona de Busturialdea. Esta ley exigiría la constitución de un patronato formado por ayuntamientos de la comarca, asociaciones de baserritarras, grupos culturales, ecologistas, etc. La función del Patronato sería impulsar las acciones socio-económicas, ecologistas y pedagógicas que se realizan en este ámbito. Según esta ley, con una especial protección, habría que delimitar las zonas más importantes y mejor conservadas.

Su uso sería fundamentalmente cultural y científico. En este sentido, si los acantilados costeros, especialmente la isla y las marismas de Izaro, fueran comprados por los poderes públicos, sería muy interesante. De esta manera el control sería más preciso y las acciones más adecuadas.

Ring oscuro.

Rodeando y protegiendo estas reservas ecológicas se encuentra la zona rural donde se ubican los caseríos. El primer cometido del citado Patronato debería ser la investigación de los recursos, el impulso de la actividad humana ordinaria y la mejora de la economía rural. Dentro de las funciones que debería tener el Patronato, también deberían incluir la creación de un depósito económico para los baserritarras que realicen acciones de conservación del paisaje (mantenimiento de bosques tradicionales, restauración de caseríos antiguos...) o que, además de mantener las labores ordinarias de la actividad humana, protejan el medio natural. De esta forma se podría ofrecer una subvención para las acciones mencionadas.

Garza real.

Por último, la investigación científica y la educación ambiental deberían ser las tareas más importantes en este espacio protegido. Habría que trabajar el impulso de los recursos agrícolas, ganaderos y pesqueros, la investigación de otro tipo de desarrollo y los estudios botánicos y zoológicos. Como ejemplo, sería de gran interés la creación de un Centro Ornitológico para el estudio e investigación de aves. Por otro lado, la diversidad de hábitats presentes en un área muy reducida hace que sea un lugar idóneo para la elaboración y promoción de programas de educación ambiental.


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