Hallan grabados paleolíticos en la cueva de Erlaitz, próxima a Ekain
Arrizabalaga ha señalado que no hay duda de su veracidad: “La erosión de los surcos y la costra estalagmítica superior demuestran su autenticidad”. Son grabados en forma de animal y aunque no han conseguido identificarlos todos, se distinguen claramente cabezas de caballo, uros y una ciervo hembra, entre otros. En concreto, Arrizabalaga ha destacado la presencia de la ciervo hembra.
Antxieta ha determinado que fue difícil ver los grabados. Porque no están en un lugar fácil: “Están situados en el techo de la cámara y su acceso es muy complicado. En un principio, además, no se diferenciaban, pero con la luz lateral se destacaron las irregularidades y entonces se explicaron claramente el agua y los demás”.
Además de agradecer la labor de los antxietarras, Arrizabalaga ha subrayado la importancia del descubrimiento: "En una línea de cuatro kilómetros hay tres cuevas con restos del Paleolítico: Danbolinzulo, Erlaitz y Ekain. Y cronológicamente, los tres van bastante seguidos: el más antiguo es Danbolinzulo, luego viene Erlaitz y el más reciente es Ekain. Las huellas del tamborilero pueden ser de Gravetteal, hace unos 25.000 años; las Colmenas pueden asociarse al Solutrense, o pueden ser de la Magdaleniense antigua, de hace 22.000-15.000 años; y por último, las de Junio, más recientes que ellas, de hace 15.000-11.000 años".
Completando el conocimiento sobre el Paleolítico Superior
Álvaro Arrizabalaga ha reconocido que no es casualidad que estas cuevas se hayan encontrado en la misma zona: "Cuando recogemos las huellas del Paleolítico, tratamos de conocer cuáles eran los pasos naturales de la época y en ellos buscamos. Con el mismo esfuerzo, tienes más posibilidades de encontrar algo. Es entonces cuando, probablemente, existe un eje que une los valles del Urola y del Deba, el valle del Endoia y el valle de Lastur, por lo que en los últimos años estamos en esta zona. No se trata de hacer más esfuerzo, sino de reorientar ese esfuerzo hacia lugares concretos".
Por lo tanto, según Arrizabalaga, esta zona ha sido muy utilizada en el pasado, ya que además de ser residencia, ha sido también un paso. "Y los vados eran muy importantes para ellos, ya que eran grupos itinerantes", ha explicado.
Arrizabalaga cree que los grabados serán tan abundantes como las pinturas. "Lo que pasa es que son mucho más difíciles de identificar. Se aprende mucho más rápido a ver e identificar las pinturas, mientras que los grabados no son fáciles de ver, sobre todo si son ligeros. Un grabado no se encuentra al azar, hay que ir a ese destino. Prueba de ello es que los primeros descubrimientos siempre son los de las pinturas". Según Arrizabalaga, "hay que saber qué buscar y entrenar los ojos".
Teniendo en cuenta el número de cuevas de encinar rupestres encontradas en Cantabria, y dado que en el País Vasco la densidad es menor, Arrizabalaga considera que todavía quedan cuevas por descubrir. "El entorno es similar y en Cantabria hay 8 o 9 cuevas más por kilómetro cuadrado. Eso significa que tenemos que seguir buscando". Por otra parte, los murales de Erlaiz presentan similitudes con algunos de los de estas cuevas cantábricas. Las similitudes más notables se dan en los Montes Castillos, tanto en la propia Cueva del Castillo como en las Chimeneas y La Pasiega de los alrededores. En la Comunidad Autónoma del País Vasco, la cueva de El Rincón, situada en Bizkaia, es la más parecida.
En palabras de Arrizabalaga, “gracias a los descubrimientos que estamos haciendo y vamos a realizar en Gipuzkoa y Bizkaia, estamos conociendo la territorialidad de los cazadores-recolectores paleolíticos, unidos a sus santuarios”.
Zu idazle
Zientzia aldizkaria
