El vehículo Curiosity de la NASA ha medido la mayor concentración de metano de todos los tiempos a través del espectrómetro láser de la herramienta SAM: 21 ppbv. Curiosity ha detectado con frecuencia el metano, basándose en estas medidas parece que la concentración aumenta y disminuye por temporadas. De vez en cuando también ha medido concentraciones anormales, pero todavía no saben cuánto duran y si son intermitentes o excepciones.
Una vez más, no tienen más datos para saber si es algo extraordinario, ni a qué se debe. Esta última pregunta es clave, ya que el metano puede ser producido por seres vivos, pero también por reacciones entre rocas y agua.
La NASA ha anunciado que tarda en recopilar más datos y en analizar correctamente todas las mediciones. Además, se pretende analizar los datos de la sonda TGO (Trace Gas Orbiter) de la ESA, que esperan que la combinación de las medidas recogidas en la superficie y órbita de Marte les permita conocer la fuente de metano y su evolución en la atmósfera.