Científicos del Instituto de Neurociencia de San Diego (California) han estudiado las consecuencias de dormir poco y han concluido que los genes tienen influencia.
El objetivo principal de este estudio es intentar explicar que el sueño es imprescindible para la supervivencia de los seres humanos y que la falta de sueño provoca la muerte de los seres humanos.
Todas las experiencias se han realizado con moscas, ya que el ciclo de sueño de estos animales tiene grandes similitudes con el hombre. Los investigadores han identificado dos genes que influyen en el sueño. A las moscas, por ejemplo, si se quitan o reducen los genes implicados en el sueño, se mueren de repente.
Gracias a la identificación de estos dos genes, a partir de ahora, los científicos de San Diego intentan solucionar los problemas asociados al sueño, entre los que se encuentran los problemas de sueño de quienes trabajan de noche y los que sufren cambios de hora como consecuencia de los viajes de avión.