Revolución de impresoras 3D basadas en interfaz líquida
En poco tiempo las impresoras 3D han conseguido un gran éxito. Sin embargo, a pesar de sus innegables ventajas, también tienen limitaciones, especialmente el tiempo. La producción es relativamente lenta. Para superar este límite, investigadores de la Universidad de Silicon Valley y Carolina del Norte han desarrollado una impresora 3D basada en interfaz líquida.
Su investigación ha sido publicada en la revista Science. Se explica que con su método se consigue producir en minutos sin esperar horas. Aclaran que la clave para ello es el “campo muerto”. Esta zona con oxígeno se encuentra entre el material líquido original y la parte sólida que se está imprimiendo, donde el material no se puede solidificar y a la vez alimenta sin interrupción el punto de solidificación. De esta forma, el objeto se forma constantemente.
Según el artículo, esta tecnología puede ser utilizada para la impresión de materiales tan variados como materiales elásticos, cerámicos y biológicos, como tejidos.
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