De hecho, dos conjuntos de nieve aparentemente iguales pueden romperse de forma totalmente diferente.
Los investigadores quieren crear modelos de ordenador para saber cómo y por qué se producen las avalanchas. Consideran que pueden ser útiles para una mejor medición de los riesgos. Para ello tienen que medir la resistencia de la nieve, pero también han tenido problemas. La nieve se endurece a medida que aumenta la densidad de la nieve.
Sin embargo, en una densidad determinada, las fracturas son aleatorias y no obedecen a un modelo concreto. Además, pueden verse afectadas no sólo por la densidad, sino también por otras características. Tendrán que seguir investigando.