De este modo, será más fácil que el médico decida si es necesario prescribir un antibiótico, ya que los antibióticos sólo se enfrentan a las bacterias.
Este método consiste en medir la procalcitonina mediante un análisis de sangre. Cuando la infección es causada por una bacteria, la concentración de procalcitonina aumenta considerablemente, mientras que cuando es causado por un virus no aumenta tanto.
Aunque el método no es exhaustivo, sólo puede ayudar a consumir antibióticos cuando son necesarios.